lunes, 2 de diciembre de 2013

38. QUE GANE EL MEJOR

-         Vaya, pues sí que ha habido movimiento en tan poco tiempo – dice Ed mientras le da un último sorbo a la lata de refresco que venía de regalo junto con las pizzas.
-         Ya ves, nos ha dado tiempo a acabar la comida.
-         ¿Y Christian? ¿Cómo está? No le he avisado de que hoy volvía a mi casa.
-         Pues se encuentra fenomenal, o al menos eso creo.
-         ¿Y mi tío?
-         Según lo que me ha contado tu primo, de momento no está dando demasiados problemas, aunque a veces se vuelve un poco agresivo... Pero no va mal del todo.
-         Menos mal... Oye, ¿no es mañana es la decisión importante en Factor X?
-         Sí... Sólo saldrán adelante unos pocos. Lo peor es que seis de mis amigos están presentados, y lo más probable es que más de uno no pase...
-         Bueno, no todos conseguimos lo que queremos.
-         Lo sé...

En ese instante mi teléfono suena.

Llamada telefónica:

-         ¡Christian! ¿Qué tal? ¿A que no sabes a quién tengo aquí conmigo?
-         Mmm... No soy adivino, como comprenderás.
-         ¡Ey tío! ¡He vuelto al fin! – grita Ed en mi oído.
-         ¡Ed! ¡No grites!

(Pongo el altavoz para que podamos hablar los tres).

-         ¡Eh! ¡Qué pasa! ¿Cuándo has vuelto? ¡Por qué no has avisado?
-         Volví hace un par de horas y nada más entrar al portal me encontré con Noa. Me ha puesto al día de todo lo que ha pasado desde que me fui.
-         Eso está bien. Pues yo estoy con Louis, mi vecino, ¿te acuerdas de él?
-         Eh... Creo que sí... ¿Puede ser el de los ojos azules?
-         Moreno.
-         Sí, entonces sí me acuerdo.
-         ¡Ey, aquí estoy! – grita Louis desde el otro lado.
-         Bueno Christian, ¿por qué has llamado concretamente? – pregunto yo, cortando el rollo entre los saludos.
-         Pues para saber de ti, que no hablamos desde hace tres o cuatro días.
-         Me parece bien. Oye, ¿queréis veniros a mi casa un rato?
-         Por mí estupendo, Louis ya está poniéndose demasiado... Demasiado Louis. ¡Eh, eh, no!
-         ¿Christian?
-         ¡Louis me está... Ay!
-         ¿Qué os pasa?
-         Le estoy pegando con una almohada – aclara Louis.
-         ¿Vais a venir o no?
-         ¡Claro que sí! – grita Christian, como si le hubieran alejado el teléfono.
-         Ok, nos vemos ahora.
-         ¡Ay! – se escucha por parte de Louis antes de que se corte la llamada.

Fin de la llamada telefónica.

Pasan unos 20 minutos en los que Ed y yo matamos el tiempo mientras él me explica cómo se lo ha pasado en esas tres semanas que ha estado ausente.

Finalmente Christian y Louis llegan y suben a mi casa.

-         Bueno, son las 2:30 de la tarde y no tenemos nada que hacer – termino rompiendo el silencio.

Antes de que me de tiempo a decir nada más, una llamada de Skype suena en mi ordenador. Son mis amigas Isa y Estefanía.

-         ¿Quién es?
-         ¿Vas a contestar? – me preguntan.
-         Son mis mejores amigas de España.
-         ¡España! – grita Louis. Me pega un empujón y abre la llamada. Aparecen en pantalla las dos chicas.
-         ¡¡¡¡Hola Noa!!!! – gritan en Español ambas a la vez.
-         ¡¡¡Chicas!!! – les respondo, de nuevo en Español.

Louis, Ed y Christian se encuentran detrás de mí, observando. Christian sí habla español y se atreve a saludar.

-         Ey, ¿qué pasa chicas?
-         ¿Quién eres? – dice Isa.
-         Noa, ¿es un amiguito?- pregunta Estefanía.
-         ¡Sí, eso! Se ve que lo estás pasando bien en Londres, ¿eh? – añade Isa.
-         Cómo sois...
-         Noa... ¿qué estáis diciendo? – me pregunta Louis en inglés, acercándose a mí y apareciendo en la pantalla conmigo.
-         ¡Mira, si hay otro! ¡Hello! – dice Estefanía, con una mala pronunciación en inglés.
-         Hola, soy Louis, encantado – dice con su acento británico.

Las dos chicas comienzan a murmurar y mientras tanto Ed también se acerca y ahora nos vemos los cuatro en su pantalla y las dos chicas en la nuestra.

-         ¡Louis! Can you say... “Ola ke ase”? – le pregunta Isa.
-         Eh... ¿Hola qué... “Ase”?
-         Jajajajaja, ¡sí! ¡Yes! – ríe Estefanía.

Ante esto Christian y yo reímos, y Ed y Louis miran atentos.

-         Ok, me toca. ¿Podéis decir... – dice Ed, antes de ser cortado por Louis de nuevo.
-         ¡Yo quiero que digas cosas en español! A ver si podemos decirlo nosotros.
-         Ok, chicas, Louis dice que digáis cosas en Español, a ver si las pueden decir ellos – traduzco.
-         Vale. A ver... Can you say... No espera, Noa, pregúntales qué saben decir en español – me dice Estefanía.
-         Vale. ¿Qué podéis decir en español, chicos? – les pregunto a Ed y Louis.
-         I can say... Hola... Eh... ¿Qué tal?... Muy bien, ¿Y tú?... No sé más... ¡Piñata!
-         Muy bien Louis. ¿Ed?
-         Bueno, yo sé algo por mi primo Christian así que... Me llamo Ed, vivo en Londres... Tengo un primo que se... Llama Christian...
-         Vaya Louis, Ed te gana hablando en español.
-         Ya... ¡Soy de Londres, sé inglés, no español!
-         Vale, vale.
-         Saben español, qué guay jajaja – ríe Isa.
-         ¿Entonces cómo se llamaban todos Noa?
-         Este es Ed, él Louis, y él Christian – les nombro señalándoles uno a uno.
-         Esto es divertido. Ahora les toca a ellas hablar en inglés – añade Christian, con una sonrisa maligna.
-         Noa, no me gusta su cara, ¿qué ha dicho? – pregunta Estefanía alterada.
-         Dice que ahora ustedes tenéis que decir lo que ellos digan... No me fío ni un pelo de estos chicos, la verdad...

Estuvimos con mis amigas hasta que se hizo de noche y los chicos ya se debían ir a sus casas. Lo pasamos realmente bien.

-         Louis, voy a la casa de mi primo un momento, que tengo que coger algunas cosas.
-         Vale, no te preocupes.

Me despedí de Christian y Ed, y Louis y yo nos quedamos solos.

-         Bueno, Louis, mañana es la decisión definitiva en el programa...
-         Sí... Lo sé... ¿Tú trabajas mañana con nosotros, verdad?
-         Se suponía que el contrato me acababa hoy, pero por motivos que no vienen al caso me lo han alargado una semana más, así que podré ver qué ocurre con todos los que os habéis presentado.
-         ¿Conoces a más gente que esté en el programa?
-         Sí, a unos cuantos. Sé que no podréis pasar todos... Así que... Que gane el mejor y ya está.

Tras esto Louis y yo nos dimos un abrazo, y se marchó. Al fin acaba el 22 de julio de 2010, y da paso al 23, un día muy especial...

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