martes, 17 de diciembre de 2013

40. EN REALIDAD... (CAPÍTULO EXTRA)

ES RECOMENDABLE ESCUCHAR ESTA CANCIÓN MIENTRAS LEEN EL CAPÍTULO:



Bonito final, ¿verdad? Pues ahí no acaba todo. Voy a contaros cómo siguió...

Liam, Harry, Niall, Zayn y Louis quedaron terceros en la final del programa, y Rebecca segunda. Los chicos no consiguieron el premio, pero aún así Simon les pagó un contrato discográfico. Tras esto su mundo aumentó: cientos, miles, millones de fans comenzaron a seguir sus movimientos. Su primer single, What Makes You Beautiful. Primer disco, Up All Night. Su primera gira, Up All Night Tour. Muchísimas entrevistas, sesiones de fotos, portadas en revistas... Segundo álbum, Take Me Home, y segunda gira Take Me Home Tour. Primera película-documental: This Is Us. Tercer álbum Midnight Memories. Tercera gira, ésta mundial, Where We Are Tour.

Hasta aquí han llegado en tan sólo tres años. Aunque esto es sólo la parte que todo el mundo conoce. La historia del grupo One Direction. Antes de todo aquello, en realidad...

Rebecca y Steve... Ellos nunca dejaron de quererse, y finalmente volvieron juntos e iniciaron una nueva relación.

Christian y yo seguimos siendo muy buenos amigos hoy en día. Su padre consiguió recuperarse de su adicción a la bebida, y siguió yendo a rehabilitación, para no perder los buenos hábitos.

Ahora, Christian vive con Ed en su casa, y la que tenía con Louis la vendieron. Vivimos en el mismo edificio, y todos los veranos vamos a Málaga, él para visitar a su madre, y yo para ver a mis padres, a Isa y Estefanía, a mis hermanos... Y a todos mis seres queridos de España. Ese mismo año fuimos con los demás chicos y con Simon, porque debían de ir a la Casa de los Jueces, que está en Marbella. Allí fue cuando les presenté a mis padres a Liam, mi novio.

Yo en Londres seguí trabajando con Bárbara en la panadería durante un tiempo, hasta que decidí que debía estudiar una carrera. Actualmente voy a la Universidad.

Eric y Carl, los dos hermanos amigos de Steve, dejaron las peleas entre ellos y comenzaron a llevarse bien. Pam, la señora repelente, terminó sustituyéndome en la panadería cuando yo me fui a la universidad.

Yo sigo siendo amiga de los chicos, y de Simon, y cada vez que tienen un hueco libre, o cuando les toca venir aquí, a Londres, siempre vienen y me visitan.

Desde aquel día que llegué a Londres, no tenía ni idea de lo que iba a encontrarme, ni de cómo me iba a adaptar a todo. No sabía si me integraría, si conocería gente, si hablaría bien el idioma o me costaría encontrar trabajo... Todo era un misterio para mí, hasta que subí a aquel avión. A partir de ahí todo cambió. Terminé encontrando aquella experiencia que tanto tiempo llevaba buscando.

Risas, muchas risas, lágrimas, varias... Y aún así yo sigo en pie, lista para las nuevas aventuras, los nuevos retos que se me propongan.

Soy Noa, y así comenzó mi vida en Londres, mi historia junto con el inicio de la boy band, One Direction.


39. 23 DE JULIO DE 2010 (ÚLTIMO CAPÍTULO)

23 de julio de 2010. Hoy se toma una decisión. La decisión, no definitiva, pero muy importante, para el futuro de un puñado de jóvenes suertudos, que han tenido la oportunidad de presentarse a un programa televisivo, para ver quién es el mejor cantante entre todos ellos. Ver quién puede más, y apreciar cómo los demás se derrumban entre lágrimas y sollozos, abrazando a sus familiares y amigos, y volviendo a casa con las manos vacías, sin nada. Tanto esfuerzo para no conseguir nada a cambio. Bueno, tal vez sí que consigan algo, se llevan a casa una experiencia inolvidable para el resto de sus vidas, y de los que les rodean. Podrán decir: Yo participé en Factor X. Yo canté frente a Simon Cowell, frente a Katy Perry. Y eso no se lo puede quitar nadie. Pero claro, el premio sólo se lo llevará un ganador, un único y exclusivo concursante.

Hoy se eliminan a un montón, excepto a unos cuantos, que irán a la Casa de los Jueces. Los que sobresalgan por encima de los demás. Un número muy reducido de concursantes que aprenderán lo que es luchar de verdad por un premio, por su futuro. Aunque en realidad, éste estaba escrito desde que entraron en el programa...

Llego al trabajo con una sonrisa en la cara, y saludo a todos y cada uno de los participantes, que en los últimos días se han vuelto más que mis amigos. La gran mayoría caerán hoy, y eso nadie podrá evitarlo. Prometo no llorar.

-         ¡Rebecca! ¿Cómo estás?
-         Nerviosa...
-         Tranquila, ¡¡¡te deseo toda la suerte del mundo!!! – sin contar la que ya le había deseado antes a otros concursantes.
-         Muchas gracias Noa, de verdad.
-         No hay de qué. Ya verás como todo sale bien, y si no aquí tienes a tu amiga para consolarte.
-         Oye... He visto a Zayn.
-         Es normal, estáis presentados al mismo programa. ¿Te ha dicho algo?
-         Estaba lejos... No me he acercado.
-         Mejor.
-         También he visto a Steve...
-         ¿A Steve? ¿Dónde?
-         Él entraba a los baños de chicos y yo salía del de chicas...
-         ¿Os habéis hablado?
-         Él me ha mirado... Pero no me ha dicho nada. Así que yo tampoco.
-         ¡Pero no puedes actuar así! A veces hay que tener un poco de descaro, y dejarse atrapar por los chicos, o si no lo único que ganarás con esto es que él se aleje de ti, y lo pierdas para siempre.
-         Tienes razón, ahora mismo voy a buscarle y a “tropezarme” con él.
-         Jajajaja, buena idea. Ve.
-         Gracias.

Nos dimos un confortable abrazo, que duró instante, ya que escuché a alguien gritar mi nombre. Era Harry. Le reconocí en un segundo.

Me separé de Rebecca y ella se fue hacia la zona de los baños, para ver si Steve seguía allí. Yo me dirigí hasta Harry, que venía corriendo en mi dirección.

-         ¡Noa! ¡Noa!

Llegó hasta mí y se detuvo. Su respiración era agitada. Esperó un momento y se calmó.

-         ¿Qué te pasa Harry?
-         ¿No había acabado ya tu trabajo aquí? – preguntó extrañado y sorprendido al verme en el lugar.
-         Han pasado muchas cosas... En fin, que me quedo unos diítas más, hasta que me diga Simon. Una semana, más o menos.
-         ¡Qué bien! Si no me eliminan hoy, claro...
-         Seguro que pasas, tú tranquilo. Lo has estado haciendo muy bien todo este tiempo. Pasarás.
-         Muchas gracias – se acercó y me dio un beso en la mejilla, para luego sonreír y hacer aparecer en su cara los dos hoyuelos tan característicos.
-         Es la verdad.

De repente, la voz de Bárbara retumbó en toda la sala, gritando el nombre de Harry.

Giramos nuestras cabezas, en busca de aquella señora mayor tan agradable, aunque con una voz tan estridente.

Se nos acercó.

-         ¡Noa! ¿Cómo estás! La última vez que nos vimos fue cuando estabas en el hospital, ¿te encuentras bien?
-         Estoy muy bien Bárbara, gracias por preguntar – sonreí amablemente.
-         No hay de qué. ¡Ah! Y me han dicho ya lo del contrato, que estarás aquí por más tiempo. ¿Cuánto dijo... Una semana?
-         Una semana, efectivamente.
-         Claro que sí. En fin, ¡Harry! ¡Te he estado buscando! ¿Dónde estabas? ¡Tu hermana también te busca! ¡Y tu madre! – Bárbara pellizcó la oreja de Harry, y este hizo muecas cual niño pequeño. La señora se llevó al ricitos de allí y éste se despidió con un gesto de la mano, y quejándose por el permanente pellizco en su oreja.

Yo fui directa a otra zona del lugar. Aquello estaba comenzando a llenarse de gente y resultaba un tanto agobiante.

Caminando por aquellos largos pasillos, me crucé con las dos personas a la que menos esperaba ver en ese momento.

Nicola y Ruth, las hermanas de Liam. Se estaban peleando con un empleado, al parecer porque la máquina de refrescos no funcionaba, y el chico no sabía cómo solucionar el problema.

En cuanto aparecí, el muchacho salió corriendo y las dos chicas comenzaron a reír.

-         ¿De qué me suena a mí esta escena? – pregunté bromista.
-         Tal vez del día en que nos conocimos en aquel restaurante jajaja – respondió Ruth.
-         Cómo olvidarlo... Fue divertido jajaja.
-         Bueno, bueno, bueno, la novia de nuestro hermanito, ¿cómo te va todo? – pregunta Nicola.
-         Pues todo bien, aunque no soy la “novia de tu hermano”...
-         Ya, ya. Es por eso que está hablando todo el día de ti, claro está.
-         ¿En serio?
-         ¡Lo tienes coladito! – salta Ruth.
-         Que si su pelo, que si sus besos...
-         ¿De verdad?
-         Le falta ponerte un altar con velas.
-         No te pases Nicola jajaja.

Comencé a ponerme colorada, tal y como aquel día en aquel restaurante (Véase capítulo 11).

-         A mí me gusta él, solo que no sé... – acababa de darle consejos en el amor a Rebecca cuando no sabía ni qué hacer conmigo misma.
-         ¿El qué no sabes? ¿Si le gustas? Pues a eso te respondo yo: Le gustas.
-         ¿Dónde está?
-         Preparándose para lo que se le viene encima...
-         Seguro que lo consigue – por mí que lo consiguiesen todos.
-         Lo veo difícil, pero bueno eres su novia y debes pensar bien por él...
-         Que pesadita con eso Nicola jajaja, la primera vez que nos vimos me emparejaste con Steve, y ahora con Liam... En fin.
-         Bueno cariño, nosotras debemos irnos que seguramente el empleado ese de antes se ha chivado de que le estábamos acosando.
-         Tienes razón, larguémonos jajaja.

Se marcharon y yo volví a estar sola. Me quedé vagando por los pasillos tranquilamente, esperando a que llegase la hora de empezar. Yo estaba fundida en mis pensamientos, hasta que escuché un ruido que me hizo “despertar”.

Había una esquina. La giré y allí pude observar a un Steve y una Rebecca abrazados, sentados en el suelo y con las cabezas apoyadas una junto a la otra. Yo carraspeé para que notasen mi presencia.

Los dos me miraron al mismo tiempo, se separaron nerviosos y se levantaron del suelo enmoquetado.

-         Vaya, vaya...
-         No es lo que parece, Noa, yo... – intentó explicarse Steve.
-         No tienes por qué darme explicaciones tonto – le golpeé el hombro.

Rebecca le abrazó y Steve le correspondió. Ella me guiñó un ojo y pude leer en sus labios un “gracias”. Me fui de allí y les dejé solos con sus cositas de enamorados.

Yo mientras pensaba en Liam. Es verdad que él me atraía mucho, y eso no puedo negarlo. Además, creo que yo le atraigo a él, como dicen sus hermanas. Tal vez podríamos intentarlo...

-         PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII – el pitido que indica que todos estén en sus puestos interrumpió mis pensamientos.

Me dirigí a mi lugar de trabajo. Las luces se preparan, las cámaras se activan, y todo comienza...




AHORA DEBEN PONER ESTA CANCIÓN:



Tras esto llegan hacia mí Liam, Harry, Niall, Zayn y Louis. Todos me abrazan. Los cinco al mismo tiempo. Forman un corrillo a mi alrededor y comienzan a saltar y a gritar.

-         ¡Todos lo habéis conseguido! – les digo llena de alegría.

Liam se me acerca y me da un beso, mejor que todos los demás. Lleno de felicidad, de esperanza, pero sobre todo de amor.

Los demás comienzan a gritar: “Ooooooohh... ¡Qué bonito!” y a silbar.

-         Ahora estáis los cinco juntos, ¡en un mismo grupo! Esto es raro...
-         ¿Tú crees? – pregunta Zayn.
-         Yo creo que es cosa del destino – añade Liam, mirándome directamente a los ojos.

En ese instante veo aparecer a Christian y Ed, que se acercan a nosotros y abrazan a Louis y a Zayn.

De repente Harry dice:

-         Ey, que te salvé la vida – hablándole a Christian.
-         Tienes razón.

Se abrazaron también.

-         Tú y yo nos conocemos... – salta Liam.
-         Es verdad...
-         Os conocisteis el día en el que Liam me llevó al espectáculo que hubo, en el que también estaba Harry haciendo malabarismos, y cuando conocí a Niall en Nando’s – aclaré.
-         Cuantas cosas en un sólo día.
-         Cuántas cosas en casi un mes... ¡Se me olvidaba! ¡En tres días hago un mes viviendo en Londres!
-         ¿Sólo un mes? Parece que llevas aquí toda la vida – dice Christian.

Por otra parte, aparecen Rebecca y Steve. Rebecca también había pasado y estaba igual de feliz que los chicos. Fui corriendo hacia ella, y ella hacia mí, y nos cogimos de las manos y empezamos a dar vueltas, cuales bailarinas.

Los chicos rieron.

Una vez más, Christian y Steve terminan en el mismo sitio. No puedo creerlo, todos los amigos a los que conocí al llegar aquí están en el mismo lugar, y todos están felices y se llevan bien. Es ahora cuando me doy cuenta de que este es mi lugar.

Espera un momento... ¿Y Simon?

Sabía que faltaba alguien.
-         Chicos, ¿habéis visto a Simon?
-         Se supone que estará con los demás jueces.
-         Qué va, acabamos de ver el escenario y no estaba con los demás.

De repente una mano toca mi hombro por detrás. Me doy la vuelta y es Simon.

-         ¡Simon!

Nos dimos un abrazo y al separarnos, aquellos cinco afortunados chicos comenzaron a llorar de la alegría, y a agradecerle a Simon lo que había hecho por ellos.

Gracias a él, ellos tendrían la oportunidad de cumplir su sueño. Gracias a él, aún había esperanza.



lunes, 2 de diciembre de 2013

38. QUE GANE EL MEJOR

-         Vaya, pues sí que ha habido movimiento en tan poco tiempo – dice Ed mientras le da un último sorbo a la lata de refresco que venía de regalo junto con las pizzas.
-         Ya ves, nos ha dado tiempo a acabar la comida.
-         ¿Y Christian? ¿Cómo está? No le he avisado de que hoy volvía a mi casa.
-         Pues se encuentra fenomenal, o al menos eso creo.
-         ¿Y mi tío?
-         Según lo que me ha contado tu primo, de momento no está dando demasiados problemas, aunque a veces se vuelve un poco agresivo... Pero no va mal del todo.
-         Menos mal... Oye, ¿no es mañana es la decisión importante en Factor X?
-         Sí... Sólo saldrán adelante unos pocos. Lo peor es que seis de mis amigos están presentados, y lo más probable es que más de uno no pase...
-         Bueno, no todos conseguimos lo que queremos.
-         Lo sé...

En ese instante mi teléfono suena.

Llamada telefónica:

-         ¡Christian! ¿Qué tal? ¿A que no sabes a quién tengo aquí conmigo?
-         Mmm... No soy adivino, como comprenderás.
-         ¡Ey tío! ¡He vuelto al fin! – grita Ed en mi oído.
-         ¡Ed! ¡No grites!

(Pongo el altavoz para que podamos hablar los tres).

-         ¡Eh! ¡Qué pasa! ¿Cuándo has vuelto? ¡Por qué no has avisado?
-         Volví hace un par de horas y nada más entrar al portal me encontré con Noa. Me ha puesto al día de todo lo que ha pasado desde que me fui.
-         Eso está bien. Pues yo estoy con Louis, mi vecino, ¿te acuerdas de él?
-         Eh... Creo que sí... ¿Puede ser el de los ojos azules?
-         Moreno.
-         Sí, entonces sí me acuerdo.
-         ¡Ey, aquí estoy! – grita Louis desde el otro lado.
-         Bueno Christian, ¿por qué has llamado concretamente? – pregunto yo, cortando el rollo entre los saludos.
-         Pues para saber de ti, que no hablamos desde hace tres o cuatro días.
-         Me parece bien. Oye, ¿queréis veniros a mi casa un rato?
-         Por mí estupendo, Louis ya está poniéndose demasiado... Demasiado Louis. ¡Eh, eh, no!
-         ¿Christian?
-         ¡Louis me está... Ay!
-         ¿Qué os pasa?
-         Le estoy pegando con una almohada – aclara Louis.
-         ¿Vais a venir o no?
-         ¡Claro que sí! – grita Christian, como si le hubieran alejado el teléfono.
-         Ok, nos vemos ahora.
-         ¡Ay! – se escucha por parte de Louis antes de que se corte la llamada.

Fin de la llamada telefónica.

Pasan unos 20 minutos en los que Ed y yo matamos el tiempo mientras él me explica cómo se lo ha pasado en esas tres semanas que ha estado ausente.

Finalmente Christian y Louis llegan y suben a mi casa.

-         Bueno, son las 2:30 de la tarde y no tenemos nada que hacer – termino rompiendo el silencio.

Antes de que me de tiempo a decir nada más, una llamada de Skype suena en mi ordenador. Son mis amigas Isa y Estefanía.

-         ¿Quién es?
-         ¿Vas a contestar? – me preguntan.
-         Son mis mejores amigas de España.
-         ¡España! – grita Louis. Me pega un empujón y abre la llamada. Aparecen en pantalla las dos chicas.
-         ¡¡¡¡Hola Noa!!!! – gritan en Español ambas a la vez.
-         ¡¡¡Chicas!!! – les respondo, de nuevo en Español.

Louis, Ed y Christian se encuentran detrás de mí, observando. Christian sí habla español y se atreve a saludar.

-         Ey, ¿qué pasa chicas?
-         ¿Quién eres? – dice Isa.
-         Noa, ¿es un amiguito?- pregunta Estefanía.
-         ¡Sí, eso! Se ve que lo estás pasando bien en Londres, ¿eh? – añade Isa.
-         Cómo sois...
-         Noa... ¿qué estáis diciendo? – me pregunta Louis en inglés, acercándose a mí y apareciendo en la pantalla conmigo.
-         ¡Mira, si hay otro! ¡Hello! – dice Estefanía, con una mala pronunciación en inglés.
-         Hola, soy Louis, encantado – dice con su acento británico.

Las dos chicas comienzan a murmurar y mientras tanto Ed también se acerca y ahora nos vemos los cuatro en su pantalla y las dos chicas en la nuestra.

-         ¡Louis! Can you say... “Ola ke ase”? – le pregunta Isa.
-         Eh... ¿Hola qué... “Ase”?
-         Jajajajaja, ¡sí! ¡Yes! – ríe Estefanía.

Ante esto Christian y yo reímos, y Ed y Louis miran atentos.

-         Ok, me toca. ¿Podéis decir... – dice Ed, antes de ser cortado por Louis de nuevo.
-         ¡Yo quiero que digas cosas en español! A ver si podemos decirlo nosotros.
-         Ok, chicas, Louis dice que digáis cosas en Español, a ver si las pueden decir ellos – traduzco.
-         Vale. A ver... Can you say... No espera, Noa, pregúntales qué saben decir en español – me dice Estefanía.
-         Vale. ¿Qué podéis decir en español, chicos? – les pregunto a Ed y Louis.
-         I can say... Hola... Eh... ¿Qué tal?... Muy bien, ¿Y tú?... No sé más... ¡Piñata!
-         Muy bien Louis. ¿Ed?
-         Bueno, yo sé algo por mi primo Christian así que... Me llamo Ed, vivo en Londres... Tengo un primo que se... Llama Christian...
-         Vaya Louis, Ed te gana hablando en español.
-         Ya... ¡Soy de Londres, sé inglés, no español!
-         Vale, vale.
-         Saben español, qué guay jajaja – ríe Isa.
-         ¿Entonces cómo se llamaban todos Noa?
-         Este es Ed, él Louis, y él Christian – les nombro señalándoles uno a uno.
-         Esto es divertido. Ahora les toca a ellas hablar en inglés – añade Christian, con una sonrisa maligna.
-         Noa, no me gusta su cara, ¿qué ha dicho? – pregunta Estefanía alterada.
-         Dice que ahora ustedes tenéis que decir lo que ellos digan... No me fío ni un pelo de estos chicos, la verdad...

Estuvimos con mis amigas hasta que se hizo de noche y los chicos ya se debían ir a sus casas. Lo pasamos realmente bien.

-         Louis, voy a la casa de mi primo un momento, que tengo que coger algunas cosas.
-         Vale, no te preocupes.

Me despedí de Christian y Ed, y Louis y yo nos quedamos solos.

-         Bueno, Louis, mañana es la decisión definitiva en el programa...
-         Sí... Lo sé... ¿Tú trabajas mañana con nosotros, verdad?
-         Se suponía que el contrato me acababa hoy, pero por motivos que no vienen al caso me lo han alargado una semana más, así que podré ver qué ocurre con todos los que os habéis presentado.
-         ¿Conoces a más gente que esté en el programa?
-         Sí, a unos cuantos. Sé que no podréis pasar todos... Así que... Que gane el mejor y ya está.

Tras esto Louis y yo nos dimos un abrazo, y se marchó. Al fin acaba el 22 de julio de 2010, y da paso al 23, un día muy especial...

viernes, 18 de octubre de 2013

37. NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

Al día siguiente me levanté de mal humor, pensando en que Simon podría haber hecho algo por mí, pero claro, no es oro todo lo que reluce. Enfadada con el mundo, no quería ir a trabajar, ni desayunar, ni hablar con nadie... Solo quedarme en casa meditando, pero claro, no podía hacerlo. A duras penas me vestí y no me maquillé demasiado. Fui al trabajo en taxi. No había ganas de andar.

Llegué pronto y Simon me vio a lo lejos. Yo le miré furiosa aunque sabía que en realidad no era culpa suya que no pudiera quedarme para el día siguiente. Él dejó lo que estaba haciendo y se acercó a mí corriendo. Yo decidí meterme por unos pasillos y esquivarle, pero me encontró rápido y comenzó a gritar mi nombre desde algunos metros de distancia. No huí más y me quedé quieta, dándole la espalda. Él llegó corriendo hasta mí y puso su mano en mi hombro. Acto seguido me giré y le miré con odio.

-         ¡No me creo que no puedas hacer nada! ¡Encima que resuelvo tu problema y me coloco aquí a trabajar dejando la panadería! ¡No te creo!
-         ¡Quería hablar contigo sobre eso! ¡Escucha!
-         ¡No! ¡Ya no quiero escuchar nada que venga de ti! Hoy es mi último día y ya no volveré a pasarme por aquí en lo que me queda de estancia en Londres, que espero sea mucho tiempo.

Me giré y me encaminé hacia una puerta que daba al escenario, pero antes de que me diese tiempo a marcharme, Simon dijo:

-         La chica a la que sustituyes ha tenido que quedarse una semana más en el hospital. Los médicos le han recomendado reposo en ese tiempo, así que tienes que quedarte.


En ese instante me quedé paralizada, y miré a Simon totalmente serena. En una milésima de segundo mi expresión cambió a sorprendida, y me limité a decir:
-         ¿Estás de broma?
-         No, voy muy en serio.
Yo seguí seria, me quedé observándole unos segundos más y, sin dirigirle palabra alguna, fui hacia mi lugar de trabajo.Creo que él permaneció en ese lugar un par de minutos más, para luego ir con los demás jueces.

...............................................................................................................................

A PARTIR DE AHORA DEBEN ESCUCHAR ESTA CANCIÓN:
More Than This - One Direction

Al terminar mi jornada del que se suponía iba a ser mi último día trabajando en aquel lugar, pero que por un imprevisto el contrato se ha alargado una semana, me dirigí hacia mi casa, y cuando entro al portal no me creo lo que veo...

-         ¡Ed!
-         ¿Eh? ¡Noa!
-    ¡Ey!

Nos acercamos corriendo el uno al otro, y nos damos un abrazo.

-         ¿Ya has vuelto de la casa en el campo? (Véase capítulo 14).
-         Sí, aquí estoy. Oye, ¿cómo van las cosas por aquí? ¿Me he perdido algo en las tres semanas que he estado fuera?
-         Uff... Mejor ven a mi casa y almorzamos juntos, y te lo cuento todo con detalle.
-         Vale, espérame y en cinco minutos subo, que voy a ver si mi casa sigue en pie o si se me ha metido algún ocupa jajaja.
-         Jajaja está bien, te espero en mi piso.

Subimos juntos en el ascensor y él se bajó primero, al estar su casa en la planta 10, y la mía en la 15, para refrescar la memoria.

A los cinco minutos el timbre de mi casa suena.

Nos sentamos en la mesa de mi cocina y pido unas pizzas.

Comienzo a explicarle tooodo lo ocurrido desde que él se fue...

El día que Ed vino a mi casa era el día  que recibí el ramo de rosas. Antes, había conocido a Liam y sus hermanas la noche que Steve me llevó a un restaurante. El primer día de trabajo en la panadería. Christian tuvo su “accidente” y Harry y yo le ayudamos. Louis aparece también y me entero de que él y Christian son vecinos. Harry y Louis se conocen en ese instante. Discusión con el padre de Christian en el hospital. Acompaño a Christian a un sitio de ayuda especial y conozco a Zayn. Él y Christian se conocen y se hacen amigos. Feria y desfiles en el que sale Harry haciendo malabarismos, y Liam me lleva. Liam y Christian se conocen. Conozco a Niall y Greg en Nando’s el día que Liam me lleva al desfile. Audición de Harry. Simon me contrata. Audición de Zayn. Audición de Niall. Conozco a Rebecca Ferguson, el día de su audición. Salida con Steve a un parque, en el que nos cogemos de la mano. Me encuentro con Pam en el parque. Me desmayo al día siguiente en el trabajo. Louis y Christian estaban allí. Audición de Louis. Ese mismo día Liam y yo salvamos al gatito del árbol. Liam y yo nos besamos por primera vez. Rebecca me cuenta que corta con su novio. Steve se me declara esa noche y me besa, y yo le rechazo.

*PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII* Suena el porterillo, interrumpiéndome. Esperamos a que el pizzero suba y le pago. Empezamos a comer y sigo contando...

Crisis y dudas sobre si irme o no de Londres. Llevaba 17 días. Mi día feliz, con la audición de Liam, y la pelea con el padre de Christian. Acabo en el hospital. Steve y Eric me ayudan y Eric resulta no ser tan malo. Steve y Rebecca se encuentran y se ignoran. Rebecca me cuenta que está con Zayn. Van a verme Harry y Zayn, pero Louis, Niall y Liam no. Al día siguiente voy a la comisaría y conozco a Sean el policía, y allí estaban Christian, Steve y Eric. Afuera estaba Louis, y me explica que no fue a verme porque estuvo con los teléfonos rotos. Incomunicado. Luego me encontré con Niall y su hermano con problemas intestinales. Niall me explicó que no fue a verme porque estuvo todo el día de cachondeo con lo de su hermano. Sigo sin saber nada de Liam. Me resfrío. Al final me lo encuentro en la fuente llorando, y me lo llevo a casa. Me cuenta que su abuela ha muerto y que está muy triste. Llamo a Christian para ver cómo está. Pasan los días e intento convencer a Simon de que me deje quedarme trabajando un día más, sin obtener resultado. Rebecca me cuenta que ha cortado con Zayn y que le gusta Steve. Hoy he vuelto a intentar convencer a Simon de lo de quedarme un día más al menos, porque mi contrato acababa hoy y al día siguiente son las votaciones para que muchos se vayan del programa, y seis de mis amigos (Liam, Harry, Louis, Niall, Zayn y Rebecca) estaban presentados. Finalmente me había enfadado con él, pero luego se me pasó porque me dijo que me necesitaba una semana más. Y ahora está Ed aquí, y le he contado todo esto mientras almorzamos.



OK permitidme sugeriros que si os liais mucho con tanto texto y la canción, que es un resumen de casi toda la historia desde que Ed se va. Si queréis no pongáis la canción ;)